Resulta sintomática la información difundida en las últimas horas, en la que se afirma que los profes Manuel ‘la marrana’ Quiroz y Eduardo Zendejas ‘el chacalón’, líderes de la Sección 42 y la 8 del SNTE en Chihuahua, respectivamente, recibieron línea política en la Ciudad de México.
En el interior del gremio así los apodan a los dos dirigentes, sabrá Dios porqué.
Resulta que ambos personajes fueron a los festejos del 80 aniversario del SNTE, en la Ciudad de México y llegaron con la clara instrucción de su líder nacional, Antonio Cepeda, de apoyar todo lo que huela a la 4T.
De la marrana Quiroz ya se conocía su afiliación morenista. Previo a la elección de candidatos al senado y a las diputaciones federales y locales, Quiroz salió a las calles para llamar la atención de los dirigentes del partido que fundó AMLO. De nada sirvió. Sus reclamos originaron risas sarcásticas de los gobernantes y pena ajena de los morenistas que por más que lo convocaban siempre los trató con esas ínfulas de soberbia que lo caracterizan.
El llamado ‘marrana’ Quiroz no respondía llamadas, ni mensajes de WhatsApp a los emisarios de Morena, siempre pedía que fuera alguien más alto en los niveles de liderazgo guinda quien le hablara.
En el caso Zendejas, a quien sus compañeras de sindicato llaman el ‘chacalón’ (no es de cariño, claro está), su historia es otra. Él es una especie reptilesca que se arrastra por naturaleza.
Total, los líderes se quedaron fuera de toda posibilidad de competir electoralmente y la razón de sobra se sabe.
Aunque hay línea a favor de Morena, las bases magisteriales ya no creen en sus líderes. Resulta obvio que la tibieza de ambos dirigentes los convierte en figuras sin calidad moral.
Quiroz, en particular, debe de confesar a sus camaradas los morenistas las ofertas que hizo a dos distinguidos miembros del PAN con los que también negoció. Con voz fuerte, la marranita, informó a los panistas que podría, sin ninguna objeción, sacar a votar a los pensionados de la sección 42 a favor del blanquiazul. Presumió que puede mover y manipular a su antojo a los poderosos hombres y mujeres de la tercera edad que ya no laboran como mentores, tal y como lo hizo para ganar hace unos años la dirigencia.
No cabe duda, en el gremio magisterial nada ha cambiado en los últimos 50 años.
Susana Prieto rompe con Morena en la Cámara de Diputados
Lo que ya se veía venir, todo era cuestión de días y así sucedió. La diputada federal de Morena, Susana Prieto Terrazas, decidió romper con la fracción de Morena en la Cámara de Diputados y se declaró independiente.
La legisladora, no tarda en anunciar que deja a Morena por un cúmulo de motivos, en donde hasta hubo violencia política y traición, de acuerdo con sus propias aseveraciones.
De entrada, ninguna de las 20 iniciativas que presentó le fueron aprobadas, la más reciente y cacareada, la reducción de la jornada laboral. Simple y sencillamente, porque quien manda en la Cámara, no quiso y que consté, no es diputado.
A la activista juarense le prometieron, primero la senaduría, luego que repitiera como diputada y finalmente Mario Delgado dijo que nada de nada.
Dicho por la propia legisladora, la gotota que derramó la jarra, fue la inclusión del exgobernador Javier Corral Jurado, “el peor gobernador en la historia de Chihuahua”, como candidato a la senaduría.
Una senaduría plurinominal, esa era la única forma de revivir políticamente a Corral, de otra forma, no conseguiría ni un solo voto. (sic)
Por lo pronto, la diputada se separa de la fracción guinda, muy pronto seguramente de Morena, aunque asegura, que no migrará a otro partido, claro mientras no reciba invitación.